En el Día Internacional del Árbol, honramos a seres como el Alerce Abuelo, testigo milenario del tiempo. Altivo, solitario y sagrado, el lahuán —como lo nombran en lengua mapuche— guarda en su corteza las huellas de más de 2.600 inviernos. Sus ramas susurran historias del bosque cuando sopla el viento, relatos que no figuran en los libros pero viven en la memoria profunda de la Tierra. Cuidar los árboles es abrazar esa historia viva que nos conecta con lo ancestral, lo sagrado y lo esencial, como lo muestra el siguiente video.
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